8 cirugías cosméticas que terminaron mal

En 2009, la cantante de "Volverte a amar" ya había tenido complicaciones por inyecciones que le había aplicado una cosmetóloga. Pero al parecer no aprendió la lección y volvió a someterse a un tratamiento de alto riesgo, que le causó una infección generalizada.

Tameka Foster tuvo un paro cardíaco en una clínica de Brasil, donde estaba a punto de hacerse una liposucción. Los médicos enseguida le dieron resucitación cardiopulmonar y le indujeron un coma por 24 horas hasta que se recuperó.

Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética (ASAPS, en inglés), 283,735 personas se hicieron una liposucción en 2009. Entre los principales riesgos menciona: sangrado, infección y reacciones adversas a la anestesia. También, pérdida de sensibilidad y cambios de pigmentación, entre otros.

Un estudio publicado por la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS, su sigla en inglés) encontró que las complicaciones serias ocurren en el 0,34% de las operaciones, mientras que las muertes se estiman en 1 cada 51,459 casos, es decir que el porcentaje es del 0.0019%.

Según fuentes cercanas, Jenna Jameson, la estrella de la industria pornográfica, acudió a una clínica de Beverly Hills para “rejuvenecer” su vagina. Pero la operación se complicó y los resultados no fueron los que esperaba la actriz.

Con un costo promedio de $ 2,689, es una de las cirugías que más atrae a las mujeres que han tenido hijos. En 2009, la ASASP contabilizó 2,531 procedimientos de este tipo. Sin embargo, el “Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos” (ACOG, en inglés) declaró que no avala esos procedimientos.

La vaginoplastia incluye variantes como: remodelar los labios vaginales, “revirginizar”, entre otras, pero según el ACOG existen muchas complicaciones potenciales como: infecciones, falta de sensibilidad, dispareunia (coito doloroso), adhesiones y cicatrices.

Donda West, de 58 años, ya sabía que la operación era peligrosa, debido a su edad pero ella igual quiso reducirse los senos y hacerse una abdominoplastia. Su médico le había dicho que después de la cirugía no podía irse a su casa.

La madre de la estrella de hip-hop no hizo caso a la recomendación de su cirujano, el Dr. Andre Aboolian, de recuperarse en un centro de cuidados, con enfermeras que la vigilaran y volvió a su casa luego de la cirugía. Allí sufrió hemorragias incontrolables. Y falleció.

Sheyla Hershey, que vive en Houston, ya tenía 30 cirugías hechas, pero en la última operación de aumento de senos en junio de 2010 sufrió una infección severa de estafilococo áureo. Entre las opciones, su médico evaluó no sólo extraerle los implantes sino también sus propios senos.

En febrero de 2011, Hershey estuvo en coma, luego de intentar quitarse la vida. En una entrevista con el periódico “The sun”, la mujer relató que se sentía “fea” sin sus implantes “más grandes del mundo”. Aunque al poco tiempo, desmintió los rumores de suicidio.

Solange Magnano, de 38, se había coronado en 1994 como la mujer más bella de la Argentina. En 2009, se sometió a un implante de glúteos. Pero la cirugía se complicó y murió a causa de una embolia pulmonar. Estaba casada y tenía mellizos de ocho años.

A la modelo le habrían inyectado grandes cantidades de metacrilato o silicona líquida para darle más volumen a los glúteos. Esta sustancia penetró en el torrente sanguíneo, tal como explica el diario Clarín, y le habría afectado todos los órganos vitales hasta producirle un paro cardiorrespiratorio.

La novelista Olivia Goldsmith, autora de “El primer Club de las divorciadas”, murió a los 54 años a causa de una complicación con la anestesia, cuando le estaban haciendo un lifting o estiramiento de cara en el “Manhattan Eye, Ear and Throat Hospital”.

El 0,9% de las personas que entran al quirófano para hacerse una cirugía plástica eligen estirarse el rostro. En 2009, un total de 94,247 escogieron esta práctica, según la ASAPS. El 89% de los pacientes son mujeres, mayores de 18 años. Esta cirugía cuesta unos $6,900.

Según el Dr. Navin Singh, de la clínica Ivy Plastic Surgery, “cuando hay un anestesista, debe asegurarse de que el paciente sea lo suficientemente saludable para enfrentar una cirugía”. Para el experto, cualquier cirugía que dure de 6 a 8 horas puede ser peligrosa si no se hace correctamente y en un paciente con poco riesgo.

Adriane Mabi Iafrate, una ex modelo de 35 años, se había hecho una liposucción de abdomen en el Hospital de Clínicas de San Pablo y se estaba recuperando bien, pero al día siguiente de la operación comenzó a sentir muchos dolores. Aunque había pasado los prequirúrgicos, murió de una embolia.

La “aspiración” del tejido adiposo es, según los expertos, una de las cirugías con más factores de riesgo. En especial porque se someten a esta intervención personas no tan jóvenes, que han tenido hijos o que están excedidas de peso.

Aunque muchos cirujanos hacen dos procedimientos en una misma operación, el Dr. Frederick Lukash explica: “Esto incrementa el tiempo de la anestesia, de la recuperación y aumenta potencialmente los riesgos de la cirugía”. Sin embargo, hay cirugías que pueden combinarse, explica el Dr. Lukash: “Basándose en el tamaño del paciente, la edad, su salud y las áreas que se trabajarán, hay procedimientos que pueden hacerse como: lifting de rostro y cirugía de ojos; nariz y mentón”.